En el comienzo integramos el estudio Ana María Kell y Félix Casiraghi, realizando la primera obra, el colegio JF Kennedy, siguiendo los principios de Le Corbusier, luego fue el CCF por muchos años, junto a Ricardo Cassina obtuvimos premios en concursos nacionales y construimos el Hospital de la Matanza, comenzamos una arquitectura más contextual y de tecnologías apropiadas. Un año viví en el Paraguay, en el proyecto del Banco Central, y allí pude reconocerme como perteneciente a Latinoamérica. Luego se incorporo Guillermo Dergarabedian, en un tiempo de madurez en las propuestas, como el colegio Armenio de Vicente López y el último equipo con los más jóvenes, Guillermo Parodi, Valeria del puerto, Horacio Sardin, Roque Frangella y Andrés Ferrari, ganamos el concurso de la Ciudad Judicial con una respuesta acorde al programa y contemporánea.
Últimamente he participado en concursos sumando a Bárbara
Berson, hemos ganado la escuela de música de San Juan respondiendo al paisaje y al clima riguroso. Paralelamente durante toda mi carrera he participado en programas de autoconstrucción asistida en barrios del conurbano bonaerense, buscando el equilibrio como arquitecto debido a su pueblo, buscando siempre construir hábitat y justicia al mismo tiempo. En éste último período, mi dedicación en todo el espectro creativo está orientado en ese sentido, el camino de la fraternidad social y la actitud solidaria de servicio a los que más nos necesitan. Tenemos una oficina Solidaria con Roberto Colombo y Luciano Dimaio.